Su novio le pedía constantemente el móvil y controlaba dónde y con quién estaba en cada momento. Hubo veces que le decía que, si le quería, se cambiara de ropa. Esto fue solo el comienzo, ya que después, por culpa de su novio, empezó a empeorar su relación con sus amigos. Un día en su casa discutieron, y él la agredió. Poco después le pidió perdón, aunque los sucesos se repitieron cada vez con más frecuencia.
Esta historia ya la habrás oído más veces, pero, ¿sabrías qué hacer en caso de que te pase a ti o alguien de tu entorno? Lo primero y más difícil es identificar el problema, es decir, cómo saber si eres víctima de la violencia de género. Algunos de los indicadores son celos excesivos y el control sobre tu persona en todos los aspectos (qué haces, dónde vas, con quién te juntas, has mirado a ése, enséñame el móvil…), además de un maltrato psicológico a veces difícil de detectar. Lo siguiente es, si eres menor, acudir a un adulto (padres, tutores legales, educadores del instituto…), y ellos te ayudarán a combatir el problema; te pondrán en contacto con la agente de igualdad u otro profesional que te proporcionará información sobre tu caso específico y te remitirá a los expertos que precises, tanto en el ámbito jurídico, si por ejemplo quieres denunciar, como en el ámbito de tratamiento psicológico.
Hay tres fases en una relación con violencia de género, que forman un ciclo en el que vive esa pareja, que empieza desde la primera agresión, tras la que va una fase de arrepentimiento o comienzo de la fase de “luna de miel”, en la cual el maltratador pide perdón por su comportamiento. Dicha fase consiste en el periodo de tiempo en el que todo está tranquilo hasta que se llega a una discusión que lleva a una etapa de tensión que al final desemboca en otra agresión o violencia explícita, repitiéndose el ciclo, que termina cuando se acaba la relación con el maltratador de forma definitiva. Cuanto más tiempo pasa desde el comienzo del ciclo, más cortas en tiempo son las fases. El momento idóneo para combatir el problema, o incluso denunciar, es después de la agresión, ya que en las siguientes fases no hay violencia aparente.
En el caso extremo de que hayas sufrido una agresión grave, en ese mismo momento debes llamar al teléfono de emergencias, que recordamos, es el 112. También es importante guardar los informes médicos de lesiones para posteriores denuncias, en caso de que sea necesario. Por otra parte, tanto si eres un testigo de violencia de género como si te ha contado alguna víctima su problema, no debes criticarla ni culparla por seguir en esa relación, sino que debes apoyarla y acompañarla en su proceso para dejar atrás este maltrato.
En este distrito tenemos espacios de igualdad como el de Clara Campoamor y el de Dulce Chacón, que se encuentran en el Centro Cultural Santa Petronila en Villaverde Bajo y en la calle Mareas nº 34 en Villaverde Alto, respectivamente. Allí se hacen planes de prevención: talleres gratuitos aptos para todos los públicos como el de El amor vampiro, donde destapan mitos sobre el amor diferenciando éste de la violencia de género, entre otros.
En lo que va de año, las victimas mortales de violencia de género suman 16 solo en España. Esto es señal de que la violencia de género todavía está presente en la sociedad, y por ello debemos combatirla con todos los recursos que tenemos disponibles, sin miedo a represalias ni a estar en peligro por ello, ya que existen planes de seguridad y protección, si después de una evaluación del riesgo se considera necesario.
JÓVENES REPORTEROS