‘Todo buen libro es subversivo’

Antonio José Domínguez, profesor de Lengua y Literatura Española, actualmente imparte un ciclo de conferencias sobre literatura española del siglo XX en el Centro Sociocultural Santa Petronila

ROBERTO BLANCO TOMÁS

Hablar de literatura siempre es un placer, así que este mes hemos disfrutado de lo lindo con la interesante entrevista que hemos mantenido con Antonio José Domínguez, profesor de Lengua y Literatura Española, que además escribe en Mundo Obrero desde hace 30 años (“Soy el decano de la redacción”, confiesa sonriente). Este vecino está “de actualidad” en nuestro distrito por el ciclo de conferencias sobre Literatura española del siglo XX que imparte en el Centro Sociocultural Santa Petronila. Dicho ciclo surge de una invitación que le hizo el director de este centro, “y le tengo una honda gratitud”, reconoce este profesor, que aceptó encantado, pues para él “esto es una cuestión de militancia”.

AMo Ruiz Administrador fincaas

Antonio José, ¿qué va a encontrar en tu ciclo de conferencias la gente que acuda a las mismas?
Hombre, pues ha podido encontrar a autores como Miguel Hernández o Buero Vallejo, conferencias que se han dado ya. La próxima, este mes de abril, es Alberti, Cernuda y Lorca. Del clasicismo a la revolución. En ellas intento, como dialéctico, una superación de los tópicos que han engendrado academicistas, ensayistas y críticos en torno a estos autores. Por ejemplo, con Miguel Hernández quise romper el reduccionismo que había generado la mitología en torno a él y situarlo dentro de la poesía española como uno de los grandes poetas del siglo pasado. Pretendo ofrecer una mirada diferente sobre determinados autores que, por una razón u otra, han sido mitologizados, e intento desmontar esta mitologización para situarlos dentro de un contexto histórico y cultural.

Y tú, ¿cómo has encontrado hasta la fecha al público?
Los asistentes pocas veces preguntan cuestiones conceptuales; más bien cuestiones biográficas, cosa que está bien, pero eso es una tendencia… A la de Miguel Hernández vino mucha gente… A la de Buero Vallejo asistió menos público, probablemente porque ha sido un autor maltratado, tanto durante el Franquismo como en la Transición, y es menos popular. Buero fue una persona muy incómoda para el poder: por ejemplo, durante la época de Felipe González no se le perdonó que firmara el famoso manifiesto contra la OTAN.

Has citado a una serie de autores que todos tenemos por conocidísimos, pero… ¿realmente los conocemos tanto?
Hombre, yo creo que la gente, más que conocerlos, los malconoce… Por ejemplo, Alberti tiene un libro precioso de su exilio en Roma que se llama Roma, peligro para caminantes. Ese libro no creo que lo conozca mucha gente, y para mí es uno de los mejores de Alberti. Creo que por una parte hubo una publicidad de todos estos poetas, pero por otra se les codificó y se les conoce por esos poemas musicados que todos han oído, pero no por otros.

¿Cómo piensas que debe enseñarse la poesía?
Yo siempre considero que para enseñar la poesía se deben dar las claves interpretativas y hacer que los alumnos lean muchos poemas en alto. El ritmo en la poesía es fundamental, y eso no entra solo por la lectura, sino también por el oído. Entonces en clase lo que se debe hacer, desde mi punto de vista, es leer mucha poesía en alto. Que el profesor de turno, de acuerdo a sus criterios personales, haga una selección y que los alumnos desde pequeños lean y aprendan poemas. Lo dice George Steiner: los poemas aprendidos durante la infancia y la adolescencia se incrustan en la sangre de los que los aprenden.

¿Cómo explicas que la poesía no sea un género tan popular como otros?
Yo creo que la poesía hay que leerla en clase: tiene que estar en los programas educativos y ser considerada como algo fundamental. A veces es difícil entrar en la poesía de cada poeta, porque cada uno tiene su lenguaje, pero eso a través de una programación educativa general no debería ser un gran problema. Yo creo que a veces pesa sobre ella la hegemonía de la novela: la novela es un género que realmente aplasta tanto al teatro como a la poesía. Y después, hay que señalar que también hay vicios adquiridos, porque todavía en el imaginario popular está la rima, que es fundamental, pero está demasiado arraigada esa rima consonante, y eso creo que sí pesa… Pero de todo esto no tiene la culpa la población: ya digo que el sistema educativo debe superar esto.

¿Cómo ves el estado de la lectura en España a día de hoy? ¿Es tan catastrófico como lo pintan?
Bueno, yo creo que ése es un discurso que alimenta el poder, pero que no creo que se corresponda con la realidad. Eso que dicen de que no se lee, no creo que sea verdad… Bien es cierto que la lectura es un hábito, ese hábito hay que crearlo desde abajo, y ese trabajo no se está haciendo… Pero mientras la gente tenga sed de conocimiento, desamor, sufrimiento no solamente sentimental… Hay que tener en cuenta que el poeta está cerca de todos los sufrimientos del ser humano. Además, todo buen libro es subversivo…

¿Cómo es tu relación con el barrio?
Hombre, hay un libro que me gustaría escribir sobre el barrio o relacionado con el barrio. Un libro de Raúl González Tuñón se titula A la sombra de los barrios amados, y a mí me gustaría escribir un libro con un título similar: A la sombra del amor en Villaverde. Tengo muchas cosas escritas ya: está entre la poesía y la prosa poética.

‘La poesía tiene que estar en los programas educativos y ser considerada como algo fundamental’

PRÓXIMA CONFERENCIA: Alberti, Cernuda y Lorca. Del clasicismo a la revolución, la próxima conferencia del ciclo Literatura española del siglo XX, tendrá lugar el martes 18 de abril, a las 18:30, en el Centro Sociocultural Santa Petronila (C/ María Martínez Oviol, 12).